lunes, 24 de diciembre de 2012

Hormones revolution at Xmas! .-

Ya estamos en la semana 35/36. Todo un logro haber llegado a esta etapa con mi marido a mi lado todavía y sin los pies hinchados (más que nada teniendo en cuenta los 50º de sensación térmica del día de hoy). Y es todo un logro porque no sólo se juntan las ganas de tus allegados de verte y acompañarte sino las reuniones de fin de año. Nunca entiendo por qué si no nos vemos asiduamente durante el año tenemos que hacer lo imposible para vernos con todos en dos semanas. Misterios de la vida misma. O no. Calculo que a cada uno le pega de una manera distinta cerrar otro año más y nos ponemos sentimentales dejando de lado la rutina y haciéndonos el tiempo para ver a aquellos que queremos. Yo me quejo de estas corridas y este año con esta panza más que nunca pero la realidad es que me gusta. Me gusta esto de armar el arbolito, la ilusión de los nenes esperando a Papá Noel, juntarnos a comer, descubrir qué me van a regalar. Y eso es para mí la Navidad. Ilusión, reunión, más allá de los motivos religiosos que en mi caso no cuentan. Y eso es lo que me gustaría transmitirle a  mi hijo. Que es un momento para juntarnos, ilusionarnos, olvidarnos de las penas o las diferencias y pasar un buen momento juntos. Cada uno a su manera. Unos por la llegada del niño Jesús, otros con motivos comerciales, a otros no les gusta. Pero con algo de magia y respeto. Y todos estos pensamientos y reuniones vinieron acompañados de una dosis brutal de realidad en la que me di cuenta de dos cosasque parecen obvias pero no lo son:

*Este chico va a tener que salir por algún lado. Sí, mi pochola. 

*Pasé a pertenecer a otro grupo social: El de los padres jóvenes con hijos.

Todo esto trajo sus consecuencias, a saber:

-"Ya todos me miran distinto. A vos te siguen viendo igual." A mi marido con cara de compunjida.

-"Parezco una gallina empollando a la cual todos trasladan de acá para allá."

-"Encima que estoy limitada, no hago nada de lo que me gusta!!! Vos sí, vos podés!!!" Respuesta: "Estuve una tarde en una plaza nomás. No hice nada loco."

-"No me puedo comprar lo que me gusta, quiero saltar y no puedo, me siento horrible!!!!" Rompiendo en llanto.

-"Yo quiero que me dopen y que el pibe haya salido." Con cara entre seria y de pánico.

Claramente, una vez que pasó la crisis y acepté el cambio, seguí disfrutando de las pataditas de mi pirulo que en cualquier momento me va a expulsar el arrolladito navideño por la boca. Todo cambia, todo se termina. Y sigo creciendo, feliz de mis decisiones, de mis cambios. Porque no se puede sumar sin restar. Sin embargo, esta resta me da un resultado excelente, redondo. El que siempre soñé...

Feliz Navidad :)

sábado, 15 de diciembre de 2012

8 meses: Everybody went bananas.

Y aquí me tienen terminando la semana 33 y empezando mi licencia por maternidad. Creo que estas últimas tres semanas fueron las más bizarras de todo el embarazo. No sólo por las cosas que me sucedieron (muchas) sino por las conjeturas y el pánico general ante un parto prematuro inminente fundado en...que estoy muy panzona, ponele? 
Estos fueron los comentarios que llegaron al podio:

1º Puesto: "No llegas al 15." Leasé de Diciembre. Momento en el que detenía mis actividades laborales. Todo esto era acompañado por un movimiento de cabeza a ambos lados con un dejo de pena en la mirada.

2º Puesto: "Andá a tu casa. Vas a tener el pibe acá."

3º Puesto: "Ese chico no llega a término."

El último era bastante alentador comparado con los otros. Insisto que todo esto estuvo basado en nada porque mis ecografìas no hablan de parto prematuro, estoy bien de peso, no tengo retención de líquido y estoy bastante ágil. Recalco la agilidad certificada por el chino de mi cuadra que quiso alcanzarme la leche que me había olvidado y cuando volví me dijo:
"Ute caminar rápido. Salir y ya no taba."
Calculo que a la ansiedad de mis allegados, padres, amigos y compañeros se le sumaron las altas temperaturas, los cortes de luz (que no ayudaron en absoluto), fin de año (juro que en un momento me vi pariendo en plena Nochebuena con todos a mi alrededor en un estado de pánico profundo), la nube tóxica (sí, tuvimos una nube tóxica), las inundaciones y el hecho de que no tengo una pancita mini. 
Los que todavía no parecieron enterarse de mi estado y claramente piensan que me comí una sandía entera o estoy hinchada (ponele) son algunos de los viajeros del bondi nuestro de cada día. Les regalo uno de los tantos momentos maravillosos que vivo cada mañana.
Situación: El bondi iba con todos sus asientos ocupados y una persona parada en el fondo del mismo. En el primer asiento iba una señora con una nena de unos siete años aproximadamente que llevaba su mochila escolar. Como nadie atinó a cederme un asiento, le pregunto a la mujer si me lo podría dar y obtengo la siguiente reacción: Escaneo de todo mi cuerpo y cara de interrogación. Le explico a la señora que estoy embarazada por si no le había quedado claro después del escaneo corporal y de ver mi panza de 7 meses. La misma me contesta: "Es que no puedo dejar a la nena sola...No sé..." Bueno, gracias señora. No importa. Encaro para las señoras cincuentonas de la segunda fila de asientos que se estaban haciendo las distraídas cuando la dama en cuestión se levanta y finalmente me cede su lugar. Sin embargo, esto no termina ahí. A las dos cuadras la señora se levanta con su hija. Yo pensé que era una obse, en fin. Fue. Pero a mitad de camino se sube una chica embarazada , pelea por su asiento y las susodichas del segundo asiento dicen "Qué barbaridad! Nadie se levanta eh!" ( Y ustedes, lindas????). A tan sólo dos cuadras de bajarme sube una mujer con un nene en brazos, todos haciéndose los zonzos, el colectivo lleno hasta la manija y una embarazada (yo) le da el asiento a la señora. 
Realmente no sé si hay mujeres que no fueron madres y les importa un rabano, si hay hombres que nunca tuvieron una embarazada en la familia o todos somos tan individualistas que nos resbala lo que le pase al de al lado. 
Para un lado o para el otro lado, everybody went bananas!

martes, 20 de noviembre de 2012

Platón, Aristóteles y el cuerpito gentil.-

Mientras que según Platón, el cuerpo es la cárcel del alma, Aristóteles nos regala una concepción menos dualista y sostiene que alma y cuerpo son una unidad indivisible, complementaria. El cuerpo vendría a hacer el móvil del alma. Todo esto a grandes rasgos, claro está. Siempre coincidí mucho más con la visión aristotélica, aunque debo decir que muchas veces mi voluntad se ha visto atrapada en este cuerpo del cual he elaborado dos hipòtesis:
1- Mi cuerpo es débil comparado con mi espíritu y por lo tanto, no puede llevar a cabo todo lo que mi alma, voluntad, mente dispone.
2- Mi cuerpo es mucho más inteligente de lo que creo y yo soy la gila que no sabe cuando parar.
Todo ésto dejando aparte mis pobres habilidades físicas por las cuales mi profesor de Educación Física de la primaria mostraba su consentimiento ante mi comentario "Y..yo para el deporte soy un queso, nunca me va a ir muy bien" y mi profesora de la Secundaria me gritaba (en un intento de alentarme como lo hacen los entrenadores) "Para qué tenés esas piernas tan largas si no las vas a usar????". Para su decepción, su estrategia no funcionó y terminó sacandomé de un partido de handball intercolegial a los 5 minutos de entrar. Ni hablar de las veces que estuve por llevarme la materia a Diciembre. 
Sea cual sea la verdad de este cuerpo, tengo en claro algunos puntos sobre él, a saber:
1- No tolera los cambios bruscos. Mudanzas, casamientos, viajes, embarazos, mitad de año. Colapsa sin ninguna patología definida y me obliga a detenerme. Es lento, pobre, para procesar información. No escucharlo me hace perder dinero y ni les cuento de qué humor me pone. Me convierto en una de esas mujeres que mira Cosmo con una caja de pañuelos en la mano metida en la cama tapada hasta la nariz. 
2- Es sorprendentemente fértil. Y con eso ya dije todo. No ahondaré en detalles.
3- Cumple casi a rajatablas con todos los síntomas del embarazo. Hoy por hoy se luce produciéndome acidez. Aunque debo agradecerle el aguante que tiene con este calor veraniego en pleno Noviembre. Te doy una buena, tontín.
3- Hoy por hoy no me pertenece. No tengo control sobre él, es difícil de interpretar (más que de costumbre) y está como deforme, en proceso de transformación. Siento la cara hinchada, "acneada", mi cuerpo pesadísimo, la ropa "imponible", mi piel es transparente de lo blanca y estirada que está y tengo una ruta venosa totalmente visible por lo que parezco un mapa de rutas de esos que llevás en los viajes.
De todos modos, a pesar de todas estas vicisitudes y esta complicada y freudiana relación entre mi cuerpo y mi yo, debo agradecerle por darme el regalo más maravilloso del mundo y cuidar tan bien de él. Debo agradecerle por haber producido cientos de huesitos diminutos, órganos pequeñísimos y complejos, por hacer vida y mantenerla en funcionamiento. 
Hagamos las paces, amigo. Prometo escucharte más, cuidarte y confiar en tus habilidades. Eso sí, bancate la comida porque ahí se complica ...

domingo, 18 de noviembre de 2012

The Famous Not So Glow.-

Y si... más de una vez me sentí así. Be ready, it may happen...Más allá de que ahora haya pensado "Ay, qué lindo es estar embarazada." y se me vino la imagen de Homero Simpson diciendo "Ouch!". Esto también es una realidad del embarazo.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Síndrome Wonderwoman.-

Síndrome Wonderwoman: 
Patología psiquica por la cual la mujer se cree capaz de hacer toda tarea que se proponga, deba o sienta la responsabilidad de realizar en un tiempo determinado, generalmente escaso. No se registraron casos de hombres que padezcan este síndrome. Esto tendría una base científica, ya que el cerebro de la hembra funciona de manera contraria al cerebro del macho. El hombre tendría toda su información ordenada en "cajitas",  por así llamarlo, que no se conectan entre sí. En cambio, la mujer tiene todas sus "cajitas" interconectadas, en red. Pasemos a un ejemplo:

Llego del trabajo, meriendo con mi marido mientras pienso que en 10 minutos debería comenzar a trabajar para preparar las clases de mañana porque le tengo que dar tarea extra a Juancito que me doy cuenta que no está avanzando bien y eso me pone triste y a la vez me frustra como también me frustra saber que en cualquier momento va a sonar el teléfono, que seguro es mi mamá, y con toda buena intención me va a tener colgada media hora del tubo pero mientras, hablando de colgar, me doy cuenta que tengo que lavar ropa porque ya no quedan toallas limpias y entonces hoy no me voy a poder bañar y entre paréntesis, tendría que bañarme temprano así me puedo secar el pelo y no estoy tan ridícula con lo que me vaya a poner mañana, y depende cuántos grados haga, espero eso tenerlo lavado y a todo esto, a quién le tocará cocinar hoy? Y habré comprado lo que necesitaba para cocinar? Ay, con todo lo que tengo que hacer más lo que podría adelantar del trabajo mas las ganas de ir a dormir que tengo le podría pedir a mi marido que cocine, pero me da culpa, él también se levantó temprano y yo llegué media hora antes que él...No sé, ah y todavía queda el baño por limpiar porque sino como diría mi mamá nos va a agarrar una infección. Entonces le tendría que pedir dos cosas porque no quiere que me agache a limpiar el inodoro...Ay! Qué bueno sería tener más horas disponibles!

Todo eso pensó y conectó una mujer en cinco minutos aproximadamente. Emociones, obligaciones laborales, familiares, ocio, quehaceres domésticos. En cambio, el macho alfa no sólo no conecta y hace una cosa por vez sino que además es poseedor de una "caja" privilegiada, la llamada "Nothing Box" en la que este especimen no piensa en nada, absolutamente en nada, felizmente en nada, despreocupadamente en nada. Por estos momentos, se cree que estas diferencias biológicas son las que excluyen a los hombres de sufrir esta particular patología denominada Síndrome Wonderwoman. Se dice también que hay un incremento del padecimiento cuando la mujer se convierte en madre. Otra característica de este síndrome es querer alcanzar la perfección en todas las actividades y/o responsabilidades.


Yo lo sufro. Ustedes? Y ni les cuento en Noviembre!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Otro premio!


Premio dardos Esta vez http://soyburbujita.blogspot.com.ar/me ha regalado este premio Dardos para compartir con 15 blogs y notificarles por medio de un comentario. Los elegidos son:

- Madres Estresadas
- Minerva y su Mundo
- Desmadeandro
- Virginia el Diario de Mamá
- Diario de una Madre
- Aprendiendo a ser Mamá
- My Jurassic Boy
- Rosalía Mendez
- Soy Mamá
- Mamá Moderna
- Ser Madre Blog
- Pataditas a Mamá
- Mamá Contemporánea
- Vikuna Matata
- Mamá Novata

Iré avisando en el transcurso del día porque ahora el hambre está atacando sin piedad!
Buen finde!

sábado, 27 de octubre de 2012

Pros and cons de la semana 26.-

Podría escribir sobre muchas cosas pero hay tanto para desarrollar (Pará, Borges!) que mejor los deleito con mi lista para que no quede nada afuera. Como todo y como siempre, hay cosas buenas y otras que prefiero recordar (aunque sea con humor) porque he comprobado que luego de que el niñ@ sale de tu vientre, la mayoría de las madres peca de olvido y te dicen "Yo en el embarazo fui feliz" cuando yo he vivenciado, experimentado y cuasi convivido con sus quejas. Normales, obvio, y no por eso menos justificadas. Esto ha sido verificado casi científicamente. Hipótesis, experimentación, resultado final. Esos "locos bajitos" (y ahí me pongo gaga con esa canción que nunca me pegó en lo más mínimo) tienen la capacidad de hacerte olvidar de todo para dejar sólo bueno. Creo que ese es el gran secreto de que existan madres, padres y docentes. O, como diría mi marido, es el mecanismo que tiene el ser humano para que se perpetue la especie. 
  • Sé el sexo. Para mí, fue un gran alivio. Sé qué colores comprarle, dejé de preocuparme por mis deficiencias con el género femenino (aprenderé para la próxima), dejé de ser acosada con comentarios y preguntas (la nueva es: Vas a explotar en cualquier momento!), y es más personal el, vínculo. Sin embargo, me costó llamarlo por su nombre y entré en panic attack con preocupaciones banales (o no tanto) como: "El apodo no me gusta", "Y si el nombre es muy gay". En fin, mucho alboroto, para que después lo terminen llamando "Che, boludo", "Está Chachi?". 
  • Llegó el calorcito. Thanks, God! No aguantaba más el frío, ni el peso de tanta ropa aparte del crío. Por ende, ahora puedo usar vestiditos con calzas y me siento más liviana. Estoy esperando la época de las polleras. Esta semana fue claro que ya no podía seguir usando el jean que me había comprado dos talles más grande porque el botón me lo iba a pegar en la garganta, en el mejor de los casos. El único dilema ahora es que se ve lo fofos que están mis brazos y las calzas con remeras nunca fueron mi estilo favorito. No sé si no me favorecen, pero yo soy una fiel seguidora del jean. Así que para vestirme tardo más de lo habitual, tengo que armar nuevos conjuntos y eso, aunque suene absurdo, es EL tema. Porque no sólo me tiene que quedar bien, sino que me tienen que combinar los colores y por si fuera poco, lo tengo que ver con panza ahora y que me guste como queda con la panza. Es como un accesorio más. Lo genial de todo esto es que siempre pensé que este problema habitual de la vestimenta no iba a existir en el embarazo, porque " a las embarazadas todo les queda bien". En mi caso, yo siento que se incrementó, como todo en este momento. Eso sí, cuando encuentro lo que me gusta, quedo de tierna!
  • Mi humor mejoró o todo me resbala más? Podríamos agregar otra opción, es esto real o sigo igual? No lo sé a ciencia cierta, yo creo que he mejorado. Algunos, como expliqué en posts anteriores, creen que estoy más sweety, más goma. Puede ser. Quizás, yo me sienta menos irritable, y en mejor control de mis emociones. La realidad es que siempre fui muy ciclotímica y leche hervida. Y con el embarazo, las molestias, el acoso y todos los cambios consecuentes, todo eso explotó. Y no pude renovar el filtro. El viejo ya estaba muy gastado, y uno nuevo requiere una inversión muy grande. Mujeres, no nos escudemos en el embarazo y los cambios hormonales para justificar nuestras acciones, nuestras características se incrementan pero la esencia es la misma.
  • Patadas vs. Sueño. La verdad es que de las patadas no me puedo quejar. En mi opinión, son lo más maravilloso del embarazo. Es claro que todo lo demás apesta, como por ejemplo, el sangrado dental, las náuseas, los vómitos, el síndrome de piernas inquietas. Sin embargo, voy a ser completamente honesta y les voy a decir que no me molesta dormir mal o prepararme para dormir poco. Sé que en algún momento, insultaré a quien se me cruce por este motivo. Pero, es algo que lo tengo asumido de alguna manera. Venía en el combo y era plenamente consciente de ello. No me sorprende. Y prefiero sentir sus movimientos aunque duerma algo incómoda. Yo, eso no lo cambio por nada. 
  • Freaking out 3 months in advance. Un día me desperté y me dije "Faltan 3 meses para parir y no tengo nada armado en casa". Como es costumbre en nuestra pareja, yo entro en pánico organizativo 3 meses antes y él una semana antes cuando yo ya estoy untada en vaselina. Yo resuelvo en el momento y él a futuro. Somos el dream team. Así que mientras algunos piensan en la ropa, yo pienso en pintar, dejar todo preparado para mis cursos el próximo año, planificar vagamente mi regreso sin perjudicar a nadie en el camino, traer todos lo necesario que está distribuido en varias casas, tener preparados los regalos de Navidad y Fin de Año. Lo sé, estoy mal, pero la voy a pasar tan bien en Enero!
Y así, estoy con un pie más en el próximo mes, que en este sábado caluroso en Buenos Aires! C'est la vie!

Pd: Qué buen momento cuando no aprieta la vejiga! Infusiones y chocolate antes de dormir prohibidos para dormir placenteramente y no llevarte puesto medio mobiliario antes de llegar al baño.

martes, 16 de octubre de 2012

Macho dijo la partera.-

Y así es! Vamos a tener un varoncito! Voy a poder embarrarme tranquila, rockearla, no me voy a voler loca con los peinados o jugando a las muñecas que nunca entendí. Aunque...entre nos, ya me había hecho la idea de que sea una nena. Para cuando venga, estaré preparada mentalmente al menos. Que no es poco. Esto de ser madre primeriza suena como un cliché, pero creanmé (aquellas que no creen en los clichés como yo) que no es nada fácil. Los primeros cuatro meses fueron extremadamente difíciles para mí. No sólo por los malestares físicos (que son reales!) sino también por los cambios anímicos. No es como en la publicidad que una ve el Evatest y ya va feliz por la vida pensando en lo que va a comprar. Por lo menos, no en todos los casos. Al principio todo es tan abstracto que me costó entender todo lo que estaba pasando en mi interior, lo que iba a suceder y no estaba preparada para tanta exposición.Tantos consejos, halagos, prevenciones me apabullaron. Claramente, con buena intención. El tema es que la invisibilidad del embarazo en los primeros meses genera que vos no entiendas de qué te están hablando o qué te están preguntando. Yo sólo sabía que me sentía como el traste, que los mitos eran (en su mayoría) erróneos, y que me hablaban de un estado "maravilloso" cuando yo sólo vivía abrazada al inodoro. Después a medida que pasa el tiempo, fui captando más la idea, sintiendo un poco más y a medida que la panza crece, todo se vuelve más concreto, y así te volvés más "goma" (igual no me voy a hacer el molde 3D) y entrás en un estado de boludez total con tu bebé. Y como siempre, alguien va a hablar pero ya no molesta tanto. Tenés a tu bebé y pobre del que te diga algo, porque no está en tu pellejo así que te sale la leona de adentro y querés pegar el zarpaso. Y de alguna manera, sentís que te va cambiando el carácter no sabés muy bien cómo pero algo va cambiando. Todo esto se lo atribuíamos a que iba a tener una nena. Más no! Esto es el embarazo, mujer!
El embarazo de un gordo precioso que (lamento admitirlo) no sé cómo harán para que lo largue de mis brazos...Y ya habrá tiempo para dejar el nido (sé que es sano, no estoy tan loca, believe me), pero por el momento, sos todo nuestro. De mamá y papá.


Verdad verdadera: Si es nene, te miran de atrás y no se nota que estás embarazada.

domingo, 7 de octubre de 2012

Entre Gloria Trevi y Natalia Oreiro.-

¿Qué abismo, no? Pero sonaban canciones de ambas en mi cabeza (más me preocupaba que suene la Oreiro, amo sus vestidos, pero que no cante!). Entre "Que digan lo que quieran" y "Todos me miran". Paren, antes tengo que hacerle honor a Gloria Trevi, que tantas buenas noches me ha dado. Grosa, walk forward with your chin up. La de veces que he bailado esta canción y en qué estado! Me lleva a esas épocas en las que me comía el mundo, toda delgadita, luces, pasarela. Divina. En fin. Tarareaba esas canciones mientras pensaba en lo que había acontecido en la semana. Dos personas al unísono me dicen "estás re goma desde que estás embarazada". Mi respuesta inmediata ante mi incredulidad fue "Yo? Goma?" Hasta la semana anterior, no era la más insensible de todas las insensibles existentes?  La respuesta fue una de las tantas que había recibido en esta vida hipercomunicada al pedo. "Todo el tiempo estás subiendo fotos a Facebook." Lo que nunca registraron estas dos personas es que las fotos nunca las subí yo, sino que mi marido. No voy a prohibirle a mi marido que se exprese como se le canta la gana en cuanto a la llegada de nuestr@ hij@. Quizás si estas dos personas estuvieran más cerca mío, se darían cuenta de qué es lo que me pasa realmente. Que estoy entre goma, pacífica, histérica, conciliadora, del ortex la mayor parte del tiempo. Aunque últimamente más conectada con mi bebé, más conciliadora, quizás. Sin embargo, hay personas que insisten en hacer juicios por lo que se ve en una red social siendo personas que uno ve todos los días. Me incluyo, yo también lo he hecho en ocasiones.Sin embargo, mi punto es otro. Si estoy goma, es porque estoy goma. Si estoy poco sensible, soy una desalmada que no quiere a su bebé. Al fin de cuentas, no hay nada que venga bien y siempre alguien tiene algo para acotar! Eso me llevó a otro pensamiento: Es más fácil criticar que mejorar uno mismo, o por defecto, escuchar al otro. No sólo estamos des-conectados sino que todos somos terapeutas, psicólogos y opinólogos profesionales. 
Así que decidí no gastar pólvora en chimangos, no querer quedar bien con nadie, no explayarme en explicaciones pocos útiles, decir mi verdad y...que digan lo que quieran!

miércoles, 3 de octubre de 2012

1º Premio- Gracias Alba!

Y ya que voy a actualizar, actualizo con todo porque después me pierdo por la vida y lo pospongo hasta no hacerlo.
Alba me dio este premio del cual me siento muy agradecida porque realmente (y quizás sin saberlo) me está dando lugar en este mundo blogger y voy descubriendo cosas nuevas. Gracias por el empujón y tus comentarios alentadores!
Ahora, vamos con el premio. Debo escribir 7 cosas sobre mí. Agarrensé (y no de las manos como diría el Puma Jose Luis Rodríguez) para entrar un poquito más en mi loco e intrincado mundo.

1- Soy extremadamente ciclotímica. Me levanto diez puntos y si se me cruza algo por la cabeza o me acordé de algo desagradable, me cambia el humor en un santiamén. Lo padecemos todos, incluso yo.

2- No puedo soportar a las personas que se victimizan. Leasé, me quejo, culpo al mundo de mis males pero no muevo un dedo para cambiar mi realidad. Al que le pica, que se rasque.

3- Encontré al príncipe que no destiñe en el primer lavado. Y ese es mi marido, claramente. En 3 años me cambió la historia, pude dar vuelta la página y escribimos nuestro propio cuento con alegrías, errores, discusiones, risas, llantos, viajes, proyectos.

4- Amo pasar tiempo al aire libre. No soy un bicho de ciudad. Quiero escuchar los pajaritos cantar, que el viento me despeine (un poco) y sentir el pasto mojado.

5- Amo mi trabajo. Aunque a veces me saque canas verdes, lo volvería a elegir una y mil veces.

6- Me encantaría ser una gran cocinera. Será en otra vida calculo.

7- Nunca me aburro. Siempre encuentro algo para hacer, lu que venga como diría mi madre..

Miércoles Mudo - 5 Meses Paveando.-

jueves, 27 de septiembre de 2012

De ojos achinados y otras yerbas.-



Ojitos achinados. Esa es la mejor palabra que define el estado de esta semana. La cara se me va poniendo cada día más redondona, y con el pelo corto y mi sonrisa Odol, quedo toda achinadita. Y quedo exactamente igual cuando Morfeo me pide que me rinda entre sus brazos, o sea, cuando me muero de sueño. Hoy, por suerte, pude tomarme la tarde para mí, porque los dos días previos estaba destruida, con mucho trabajo y mucho zen para abordar quejas, problemas, planteos. Estoy menos comprensiva, pero más tolerante. Suena confuso y no sé si está bien expresado. Pero sería algo así: No me nace ser tan complaciente como antes, pero me irrito menos (o al menos trato). Trato de entender, bajar mi enojo, pero no dejo de defender mi postura. Es complicada toda esta vuelta que le doy porque de hecho, no está directamente relacionado con el embarazo, sino con mi personalidad. Y quizás yo misma me esté tratando de plantear o ver qué forma va tomando esto que yo tomo como cambio. No sé si es un cambio pero por ahora parece eso. Entre tantos cambios, es difícil discernir! De hecho, ya no sé si tengo miedos de madre primeriza, me volví hipocondríaca o soy una persona de la media. Cada cambio fisiológico lo consulto o voy a la guardia obstétrica (tampoco crean que vivo ahí adentro eh!). Sin embargo, así me siento más segura, sin caer en la exageración. Por el momento, mi bebé está haciendo espacio y presiento que va a ser muy buen@ jugando al fútbol. Estamos todos ansiosos por saber el sexo, y como no se dejo ver, todos los pronósticos apuntan a nena. Mis alumnos me dan comida para el bebé y eso me mata de amor. Vienen, me besan la panza y la verdad, me encanta.
Espero encontrarnos en el Miércoles Mudo, blogueras! Para los que no saben de qué se trata, espero poder mostrarles pronto…

sábado, 22 de septiembre de 2012

Si tener una nena, aumenta tu ira en el embarazo; yo tengo a las trillizas de oro.-

Esa fue a la conclusión a la que llegué con una amiga luego de una conversación telefónica de una hora en la que ella sintió (así lo definió) que "un perro me estaba ladrando del otro lado del aparato" (excelente descripción, dicho sea de paso). Y sí, amigos y amigas, esta semana fue una montaña rusa de emociones. Mi humor se transformaba radicalmente después de las 5 de la tarde, hora en la que mi mente dejaba de estar ocupada con actividades escolares y niños correteando. Aunque el trabajo seguía en casa (escolar y hogareño), volvía a mi realidad embarazosa en la que todo o nada puede desatar una hecatombe. Quería irme lejos, al mar. No me aguantaba ni yo. Barría la casa a las once y media de la noche, limpiaba el baño a las dos de la mañana, chequeaba las redes sociales cada dos minutos (como si contara contracciones, no sé), le contestaba mal a todo el mundo o acotaba las respuestas a monosílabos (pobres mis padres, no lograron hablar conmigo más de 10 minutos esta semana). Razones para irritarme tenía, de sobra. El problema es que estaba ácida y no podía controlar mis emociones. No podía salir de ese estado emocional. Ni las técnicas de respiración de Sri Ravi Shankar ni mandalas ni contar ovejas podían con mi histeria. Por suerte controlaba mis respuestas. Creo que si decía lo que realmente pensaba lo que pasaba por mi cabeza en ese momento, terminaba con un chaleco de fuerza, o separada, o desocupada, o forever alone. Sólo hubo Pero buenouna persona que pudo disolver el dilema y fue una taxista. 

Situación.-
Volvía del trabajo. A casa. Ya había desistido de ir a la Terminal a sacarme un pasaje a la costa. Había caminado diez cuadras para tomarme el colectivo vacío, pero justo lo vi pasar y me lo tomé. Lleno. Pero bueno, al menos había hecho algo de ejercicio, ponele. Acá en Argentina comenzó la primavera y con ella las alergias y como si no bastara con todos los cambios que tengo, también la alergia comenzó a batallar mi cuerpo. Por ende, tenía los labio hinchados y cada vez me ahogaba más adentro del bondi. Así que decidí bajarme llegando a la 9 de Julio y tomarme un taxi. Tan caro no me iba a salir. Me tocó una mujer al volante, raro, hasta ahora nunca me había pasado salvo en otros países. Le dije hasta dónde iba y empezamos a intercambiar comentarios sobre el clima (típico). Y en eso me agarraron unas ganas irrefrenables de preguntarle a la mujer sobre su embarazo, sentía que había una voz de la experiencia que necesitaba escuchar. Y ahí fui.
Yo: Disculpe, estoy haciendo tipo una encuesta, ¿usted estaba de muy mal humor cuando estaba embrazada?
T: Mmm, no. Vos, sí?
Yo: Sí, mucho. Quería comprobar si era la única.
T: Ah, no, pará. Ahora que me acuerdo una vez me encerré en el baño de la bronca que tenía porque había discutido con mi marido. Sí, ahora que me acuerdo estaba más sensible, más irritable.
Yo: Ah? Así es estar irritable cuando estás embarazada?
T: Y sí. Yo confesé cosas después de haber parido porque en ese momento, me daba vergüenza decirlas. Como por ejemplo, que no sentía al bebé.
Yo: A mí me costó aceptar el embarazo. No me levanté un día y dije "Soy madre".
T: NOOOOOOOOOOO! Yo, al no sentirlo, me veía con una panza enorme pero no caía que estaba embarazada. Y ni te digo mi marido. Sólo lo entendí cuando el obstetra me dijo que ellos no tomaban conciencia del embarazo hasta que el bebé nacía. 
Yo: Ah bueno, me quedo más tranquila. 
T: No, sí. Tenele paciencia. Tienen altibajos durante el embarazo. Y compartí. No quieras hacer todo vos sola. Dejalo que él haga. 
Yo: Sí, es verdad.

Llegué a casa. Me había ido a comprar la merienda. Me acosté y esperé que viniera. Lo ví y aunque el enojo seguía (porque yo tenía razón!), lo amé más que nunca. Necesitaba de su calidez, de sus caricias en la frente. Mis hormonas volvieron a su lugar. Dormimos, hablamos, nos abrazamos. Jugamos con el bebé.

Sé que la ira volverá en cualquier momento y por cualquier pavada, con él o con quien se atreva a toparse en mi camino. Pero también sé que siempre él está ahí, sosteniendo, acompañando. Amándonos. 

Gracias :)

martes, 18 de septiembre de 2012

Viejas pasiones.-


Así defino mi vuelta. Llena de ocurrencias, mimos, dudas y besos en la panza. Como siempre digo educar no es sólo dar una materia. Para ser docente realmente se necesita la vocación de enseñar valores, mimar, dar herramientas, paciencia (aunque a veces no sobra) más allá de los contenidos.

"Si vos tenés mocos, tu bebé tiene mocos también?" :)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cerrando y abriendo puertas.-


El lunes vuelvo al trabajo. Uf! Cuantas sensaciones encontradas! Entre enojos, desaires, memorias, nostalgia, esperanzas se me hace difícil definir esta vuelta. Por un lado, me siento mal conmigo misma por no tener las mismas ganas. Después de todo es la profesión que elegí y la que me ha hecho emocionar hasta las lágrimas (no llore cuando me casé para que se hagan una idea de lo piedra que puedo ser!). Pero con ellos es diferente. Son como hijos prestados por un año. Y con esa misma pasión de los padres, educo. A veces con más pilas, otras refunfuñando, otras con latidos en el pecho. Sé que ese amor, esa pasión está. Quizás hoy escondida o en un segundo lugar. Quiero creer que está. Que solo está empañada por disgustos, decepciones o la frustración por no haber sido escuchada cuando era necesario. O por caer en la cuenta que mis utopías habían llegado a su fin.  Por quedar entre burocracia y "quedar bien". Puede que también me cueste dividirme. Porque ahora tengo dos profesiones, dos pasiones.  Por otro lado, necesito un cambio. Un cambio de aire. Ver otra realidad. Empezar de nuevo. En otro lugar. Quiero quedarme con los buenos recuerdos. Dicen que las mujeres hacen el duelo un año antes de cortar con alguien. Yo creo que ya me empiezo a despedir...

jueves, 13 de septiembre de 2012

Mi panza no es el Km 0 de Madrid, ni mi hijo el niño Jesús.-

Acuerdo Nº 1: Llegamos a un trato con mi madre por el cual a partir de ahora desterramos la tan cuestionada frase "El embarazo es el mejor estado de la mujer" y la sustituimos por esta: "El embarazo es el estado único e irrepetible de cada mujer". Esto incluye a todos los embarazos (porque el primero, no es igual al segundo, etc) y a todos los estados anímicos, psicológicos y físicos de cada mujer. Todos contentos :)

Anteayer sentí los primeros movimientos de mi bebé. Fantásticos, alucinante. El poder de la naturaleza superó toda racionalidad posible. Imposible aplicarle una lógica a ese sentimiento. Terminé hablando como si me entendiera (es científicamente imposible que entienda las palabras ahora, pero si reconoce el tono de voz de los padres, según mis averiguaciones) y ahora quiero comer chocolate todo el tiempo para que se mueva (entre el fiambre y los dulces, me va a salir un gordito feliz). También sentí que era un momento tan privado que no quería que nadie más que nosotros tres lo supiera. Generalmente suelo exponer, compartir mi vida sin problemas, sin miedo. Pero esta vez fue distinto. Tuve esa sensación de "Esto es mío. Go away!". Calculo que será el instinto protector de madre que me pega a mí de esa manera. O tal vez, tenga que ver con mi personalidad, no lo sé. Tampoco lo asocié al momento del nacimiento. Es como que una vez que saliera y ya hiciera sus monerías, me suena lógico que todos quieran verlo y tocarlo. Pero ahora no. Todavía no. En un momento tuve la sensación de ser un muñecote en exposición para que todos toquen, le pregunten, lo llenen de sus emociones. Y a la noche, encontré algo que me vino al pelo. En un sitio de internet, venden un producto con el que te podés hacer un molde 3D de tu panza y podés decorarlo, la gente puede firmar en él, le podés poner adornos (alguien pensará en ponerle piercings a los pezones?). Juro, chicas, perdonenmé, pero me parece demasiado. No quiero un molde de mi panza y mis tetas para el living comedor. Saquenmé fotos. Eso me parece divino, menos invasivo.

No dudo de las buenas intenciones de la gente y de la ansiedad que genera la llegada de un bebé. Es hermoso compartirlo. Sin embargo, creo que tanta exposición no es necesaria. O no todos la queremos igual. Me parece que está bueno respetar el tiempo de los papás. Es un momento taaaaaan íntimo, tan único (valga la redundancia). Esperen a que los papás cuenten, denle tiempo. Traten de no llenarnos de preguntas que no sabemos cómo responder. No pregunten en la semana 12 si se siente el bebé porque una se asusta si pasan las semanas y nada. Lo sé, parezco re ortiva pero nosotros también estamos llenos de ansiedad y de preguntas. Sabemos lo mismo que ustedes y vamos viendo día a día lo que es porque justamente es único e irrepetible. Antes de tocarme, acuerdensé que tengo un espacio personal (Para más información, buscar cerebro reptiliano y delimitación territorial. No es broma, hablo en serio) y puedo sentirme invadida, como no. Y tratemos de no juzgar a los que tienen otros tiempos porque no soy mejor mamá si me hago un molde 3D o si pongo la ecografía de perfil en las redes sociales. Amo a mi hij@ igual y es lo que más deseo en el mundo. Me cuesta enfocarme en otro proyecto o en otras actividades (suelo dedicarme 100%) porque quiero estar todo el tiempo tocandomé la panza y muero porque nazca para agarrarlo fuerte y decirle cuánto lo amo. Sin embargo, tengo que controlar la ansiedad y mi rutina sigue igual. Porque estar todo el tiempo pendiente y transmitirle ansiedad también le hace mal al bebé, según los expertos. Cada una encuentra el equilibrio como puede, no?

Creo que cuando termine mi embarazo, me recibo de malabarista ;)

lunes, 10 de septiembre de 2012

Las tragedias.-

Hace unos días que pareciera que las tragedias están ahí al alcance de la mano. Algunas impersonales, otras muy de cerca. Todo parece indicar que cuando menos te lo esperes, te podés levantar y te puede tocar a vos. Ahí vienen las frases tales como "Uno tiene que disfrutar porque no sabés qué te puede pasar mañana", "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", "Con estas cosas uno se da cuenta que se preocupa por boludeces", etc, etc. Frases que quedan para ese momento porque después cada uno sigue con las banalidades de la propia vida. En un capìtulo de Doctor House (espero ver todas las temporadas antes que nazca el crío!), un médico rehace unos análisis y le dice a su paciente que en realidad fue un falso positivo. El paciente, que había vendido su casa, tenía pasajes para Venecia y había tenido tres fiestas de despedida, quería demandar al médico por haberle quitado la felicidad al enterarse del diagnóstico correcto, ya que esos tres meses habían sido los tres mejores de su vida porque se animó a hacer lo que quiso sin culpa. En fin, creo que sólo unos pocos y quienes saben aprender del dolor, pueden llegar a aplicar estas frases completamente verdaderas, pero hechas. Y me empecé a preguntar qué haría si me pasara algo similar. Pienso en las palabras de aliento y en el acompañamiento que suelo dar a mis amigos, conocidos en situaciones como estas y calculo que no me alcanzaría. A veces me preguntan y "qué le digo con esto que me está contando?" Y... Mucho no se puede decir, pero sí se puede acompañar, estar ahí para lo que el otro necesite (aunque lo que el otro necesite no sea lo que más nos guste o no estemos de acuerdo). Ante el dolor y ante los finales inevitables, las asperezas quedan atrás, o por lo menos se intenta. Si pienso en mí, hay tragedias que no puedo imaginarlas porque no podría estar entera para afrontarlas porque son partes fundamentales de mi vida. Y hay otras que las imagino saliendo como un tigre, sacando fuerzas de donde no tengo para levantar a esas personas. También pienso en las cosas que pueden salir mal (ya sabemos que soy fatalista) y puedo preveer y trato de prepararme. Vaya uno a saber si sirve, no? Quizás el embarazo me hace pensar más en estas cosas. Saber que una lleva una vida adentro y que una es su único resguardo en este momento. Creo que esas cosas también te hacen más fuerte, más consciente. E inevitablemente, en los tiempos que corren, prepararnos para todo. Para que no sólo las tragedias propias nos enseñen sino también aprender de las ajenas.

viernes, 7 de septiembre de 2012

El día no.-

No tengo ganas de hacer nada. No me aguanto. No me gusta ponerme así. No me gusta la lluvia. No soporto no saber lo que me pasa. No sé cómo ponerle más colores a estos días meteorológicamente grises. No quiero lavar la acelga que compré. No quiero que se pudra. No sé qué hacer, no sé qué sentir. No quiero estar sola hoy. No aguanto mi compañía. No sé que hacer para levantar el día. No quiero ponerme mal porque eso afecta a mi bebé según los científicos. No tengo ganas de volver, no tengo ganas de quedarme así. No quiero proyectar porque de sólo pensar de cruzar la puerta de calle y entrar en ese mundo de nuevo me ataco. No creo que sea para tanto. No creo que no pueda controlarlo. No creo que no me divierta, no creo que no lo vaya a disfrutar. No aguanto esta ciclotimia.

Wake me up when September ends..

miércoles, 5 de septiembre de 2012

"Porque cuando yo..." El manual infaltable de toda mujer.-

Siempre me resultó incómodo entablar conversaciones con otras mujeres. No todo tipo de diálogo, sino la conversación en la que una está indecisa sobre lo que tiene que hacer o cuenta una experiencia muy personal. Más allá de mi problema existencial por el cual la mayoría de las veces busco la aprobación del otro, hay como una carga de verdad absoluta en las palabras de la otra persona que me abruma un poco. A veces me enerva (qué raro viniendo de mí, no?), otras me desquicia, y en otras me apichono. Sin embargo, después de mucho pensarlo y con ayuda de mi psicóloga (la humildad ante todo), llegué a la conclusión que es una característica del género femenino. Cada vez que una mujer cuenta sue experiencia es LA experiencia. Para nosotras no hay certezas hay verdades irrefutables porque "así me pasó a mí". No sé si será por la pasión que le ponemos a las cosas, o la carga emocional con la que vivimos cada experiencia, o si no soportamos algo distinto, o no podemos empatizar. Y pensandolo aún más (si ven humo, chicas, es mi cerebro) fui más allá y quizás los problemas que vemos día a día entre maestros y madres también tengan que ver con ésto. Lo que yo creo para mi hijo o mi alumno es LO mejor. Creo que las madres tienen un master en demostración del manual. Sin embargo, no todas usan el manual de la misma forma:

  • La arrogante sabelotodo: "Yo no tuve ninguna náusea, eso de las náuseas es psicológico." Yo le agradezco muchísimo a esta chica por contarme su experiencia pero le voy a tener que informar que lamentablemente en mi caso no funcionó. Que me disculpe pero psicológicas las bolas!!!! Semanas mentalizándome "ya se va a pasar, no tenés náuseas" y tranquila respirando hondo iba a hacerme el desayuno y no llegaba a poner el agua caliente en la taza porque tenía que salir corriendo al baño, en el mejor de los casos. Este tipo de mujeres no aceptan tu experiencia como válida porque sencillamente a ellas no les sucedió.
  • La que opina con buena onda pero te impone su opinión: "Yo no comía milanesas de soja, pero no sé si vos querés..." Estas me dan culpa, me da miedo decirles "pero a mí el obstetra me dijo otra cosa", porque lo dicen con tanta convicción que me da cosa contradecirlas. Son como las mamás que te dicen "yo no lo haría pero vos ya sos grande, sabés lo que hacés". En realidad, es no lo hagas. Es la imposición disfrazada de libertad para que suene más lindo.
  • La resentida: "Estas mujeres de ahora! Yo trabajaba, era ama de casa, vivía a 2 horas del trabajo y nunca me quejé." "Hay que dar la teta, las mujeres ahora son un desastre." Este tipo de mujeres me parece que son unas resentidas. Perdón si ofendo a alguien. Pero creo que detrás de ese poder supremo de haberlo hecho todo se esconde una frustración tremenda por no haber podido hacer algo distinto y una envidia terrible. No se puede hablar tan livianamente sobre lo que le pasa a los demás, sin saber cómo vive y en qué situación está cada persona.
En fin, así llegué a la verdad nº4: Un día te despertás y te das cuenta que sos padre y que hacés lo qué podés pero siempre pensando en lo mejor para tus hijos. Gracias, gran señor! (Tenía que ser hombre, obvio)

martes, 4 de septiembre de 2012

Revolution and sweet emotions.-



Decisiones, planes, cambios hormonales, físicos, aceptación, resignación, nuevas miradas. Me siento Sandro cantando “Tengo un mundo de sensaciones, un mundo de vibraciones que te puedo regalar.” Por momentos, quiero volver a ser como era antes pero me doy cuenta que ya no voy a volver a ser la misma. Quizás se hayan exacerbado rasgos de mi personalidad o dejé salir al monstruo interior pero ya nada será igual. Hoy al que me entiende lo valoro más, al que se preocupa por nuestro bienestar también, todavía hay muchos que no me decepcionaron sino que se ganaron un mejor lugar y le ladro más al santo de mi marido. (Eso claramente va a tener que cambiar porque no se lo merece, en primer lugar, y un día voy a encontrar el placard vacío, en segundo). No puedo evitar decir lo que quiero o lo que pienso (todavía no me da tanto con los desconocidos) y el filtro necesita un recambio urgente, pero con esto de la traba a las importaciones no encuentro ningún repuesto efectivo. También tengo ganas de abrazar y apretarle los cachetes a mi bebé pero que lo sepan unos pocos. Tengo ganas de que sea varón y cantar juntos una canción de rock sosteniendo guitarras imaginarias. O que sea nena y que nos hagamos las malas y nos saquemos fotos divertidas al mejor estilo look minita histérica. Tengo ganas de asados con amigos, mates, pañales y juguetes. Quiero que crezca rápido para jugar porque como dije cuando nació mi hermano “Este nene no hace nada, mamá, no juega conmigo como me dijiste.” Así de literal era a los 3 y así lo sigo siendo a los 27. Tengo ganas de ser mamá full time pero el sentido del deber, el futuro y la economía no lo permiten. Igual sé que en un futuro será mejor para todos. Pero no quiero trabajar todo lo que trabajo ahora. Un poquito menos, sólo eso pido. Tengo ganas de sacarme esa puta costumbre (y ahí, pasamos a Cacho “Por esa puta costumbre”) de gritar en vez de pedir. Y de tantas cosas más, que definitivamente harán que Ismael me pueda cantar “Ya nada es lo que era” (Qué musical estoy hoy, carajo!) pero para bien.

Verdad nº3: Un hijo te cambia la vida para siempre. (Ya comentaré sobre los pos comentarios de esta bendita frase, por ahora así sin interpretaciones más que las mías.)